![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBIy_WBJgCrZPPnO8P7Vg4y2-eU2qLBUdZRTgAAtlBktVzWcHr7egu6m54uCH38_bUx28y6InFEdIVXr63tw99sO-2iJngzD6x-GFgnyQYDaYIb_0y4PHCFkF2lqKUZHhprIHh/s400/Thomson_Toulouse.jpg)
"Al mismo tiempo, hay dos momentos que me parecen especialmente brillantes en la película –que en su segunda mitad aumenta en su interés, pese a un epílogo final que incide en los peores defectos del conjunto-. Uno de ellos revela la madrugada en la que el protagonista quiere suicidarse por inhalación de gas, y abre todas las espitas de la casa. De repente, su febrilidad creativa le lleva a dar marcha atrás en la idea, y tras practicar con la pintura abre la ventana y contempla el amanecer de París –algo de lo que el espectador logra contagiarse-. El otro fragmento notable, reviste a mi juicio un carácter casi documental, y nos describirá el proceso de litografiado de los carteles que finalmente irán acercando a la fama la obra del pintor. Todo confluirá en una secuencia muy bien modulada y que, como la anterior que hemos comentado, logra transmitir el propio estado de febrilidad que siente el artista."
La escena del suicidio 'postregado' está muy buena, si...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario