sábado, diciembre 27, 2008
Como Cecilia Prodan terminó en el NEW YORK TIMES!
La eligieron como un ejemplo de estílo, aunque en la tercera edad!
Acá está frente a su auto preferida... la FIAT 500 (amarilla)!
http://themoment.blogs.nytimes.com/2008/12/19/the-post-materialist-fashion-grows-up/
Acá está frente a su auto preferida... la FIAT 500 (amarilla)!
http://themoment.blogs.nytimes.com/2008/12/19/the-post-materialist-fashion-grows-up/
miércoles, diciembre 24, 2008
martes, diciembre 23, 2008
lunes, diciembre 22, 2008
www.lanacion.cl Otra Nota Chilena.
HERMOSOS PERDEDORES (!)
Esto se trata del líder de Sumo y su hermano. Un actor que compartió protagónicos con Ornella Muti y Harvey Keitel, pero que a Chile llegó a presentar “Together”, testimonio documental que explica por qué dejó todo por seguir la senda del pelado. Aquí, la historia cruzada de dos ítalo-escoceses que se desprendieron de sus riquezas para encontrar una ruta de vida y muerte.
Fue el hermano responsable. Si Luca era rebelde, Andrea, nueve años menor, hizo todo lo posible para no darles más dolores de cabeza a sus padres. Sin embargo, compartieron historias e influyeron en la vida del otro traspasando la barrera de la muerte. Una parte de esa historia cuenta "Together", una película de Jannik Splidsboel que ambiciona entender por qué dos hermanos de familias ricas del primer mundo viajan al tercero para encontrar su destino.
Pero antes hubo otro proyecto, "Luca" de Rodrigo Espina, película que nació tras la muerte del cantante de Sumo. Dos años después del deceso, con mixtura de olfato y comercio, mucha gente se acercó a su familia. Espina fue uno de los primeros, y al ser amigo del músico, el entorno lo miró con buenos ojos. 15 años demoró en terminar y tanto él como Andrea ven el retraso como parte de la voluntad de Luca. "El decía: ¿Así que quieres hacer una película de mí?, bueno, dale. ¿A ver cuánto te bancas?", dice Andrea, mientras agrega que su participación no fue fácil. "Hay un momento en la película en que Antonelo Ruffo (novio de mi hermana) le entrega un pasaje a Luca para irse de Italia a Argentina y dice: ‘Yo no lo hice de generosidad, lo hice porque me lo quería sacar de encima’. Bueno, lo mío no fue para sacármelo de encima pero algo de eso hay".
EN MI JARDÍN PRIMITIVO
Las historias de Luca y Andrea se cruzan hasta hoy. De pequeño el mayor no quiso saber de lujos e hipocresía y en Escocia se escapó del colegio. El menor en cambio, vio posibilidades de aprender en su estadía en Inglaterra. Y sin embargo, congeniaban. Luca le pasaba casetes de King Crimson a los 10 años de edad. También de Lucio Dalla.
Pero en 1977 la historia se invirtió. Fue Andrea quien había descubierto que en Inglaterra los punks tenían algo que decir. Luca no compraba. Aunque finalmente se interesó más en los mohicanos que Andrea.
Luego de cruzar fronteras europeas pipa en mano y eludir un par de veces el servicio militar, Luca parte a Argentina. Andrea y su hermana Michela lo visitaron en 1982. El menor vio que tenía una banda de rock, otro de los sueños compartidos, y alucinó. Sin embargo, Andrea ya se había ligado al teatro y pese a tener condiciones musicales (era solista del coro de Canterville de Inglaterra), no era su momento de dar el salto a las corcheas. Luca lo invitó a tocar el bajo en Sumo, pero cuando Andrea vio a Diego Arnedo, le dijo: "Para qué, si tienes a uno de los mejores del mundo".
Fue sólo con la muerte de Luca que Andrea decide dejar su veta actoral. Había compartido protagónicos con Ornella Muti y había estado bajo la tutela de los hermanos Bertolucci. Hizo 38 películas. Incluso fue dirigido por el escritor chileno Luis Sepúlveda en un viaje que no le agrada recordar. Pero nada de eso le importó. Dejó todo para seguir el lineamiento ya trazado por su hermano. Viajó a Argentina y los cruces siguieron. Protagoniza "El jardín primitivo", una cinta medio tarkovskiana que quería bucear en los misterios de un lugar del mundo. Pero ese lugar era justamente la Sierra de Córdoba (donde vivió Luca sus últimos años). Y la cinta trataba nada menos que de un periodista que, afectado sicológicamente por la guerra de Malvinas, debe viajar a ese lugar a constatar las apariciones de un fantasma, el de Luca Prodan.
Pero Andrea prefirió la música. Antes hizo un disco a capella, "Viva voce", pero cuando quiso grabar el segundo se dio cuenta de que no podía cantar. Su garganta estaba trabada por la tristeza, pero hoy está feliz con su banda Roma Pagana. "Es un homenaje a la Roma antigua, precristiana. Si tengo que elegir donde ir cuando llego a Roma voy al Coliseo a chupar energía. Ahí mataron a miles de cristianos y a animales, es un lugar nefasto, pero tiene una energía poderosa pagano-romana. Si voy al Vaticano, me quiero matar. Todos esos curas comiendo en los mejores restaurantes, cuchicheando. No me interesa ese oro. Es mucho más oscuro que el Coliseo".
Pero Andrea no vive en Roma, sino en la Sierra Cordobesa igual que Luca.
LOS QUE VAN A MORIR
-Con esta historia, podríamos pensar que vives con una sombra.
-Quizás un sicólogo se haría una fiesta. Pero hoy hablamos de una película de Luca, de los 20 años de su muerte. Puedo pasarla bien acá porque mi vida tiene muchas otras cosas que me llenan.
-Dices que pasaste de ser el hermano menor de Luca al hermano mayor.
-Tengo 47 años y Luca murió a los 34. En un punto miro su experiencia con cariño e interés. Pero la noche, chupar y los mitos del rocanrol francamente no es lo mío.
-¿Y no lo viviste?
-Sí, pero en mi época de juventud. Tengo una pasión muy fuerte con la música, pero nunca tuve ídolos. No confío mucho en el paquete que te venden. Con Luca comprendo que hay algunas personas que casi merecen el mito total. El tipo tiene muchas cosas a su favor y muchas debilidades.
-¿Y cuáles eran esas debilidades?
-La generosidad extrema, la lucidez, y ser demasiado frontal. Las cosas que no le parecían bien te las decía a la cara. Y esto, que para una carrera regular es un desastre, a él le parecía perfecto. Si te cortas, te pones un desinfectante. Luca era un desinfectante, de esos que duelen. Después te sanas y preguntas, cuál era ese desinfectante tan doloroso y te dicen se murió. No se consigue más. Es un poco así.
Decía cosas fuertes como que Charly es un concheto (cuico). Y para los argentinos era wow , luego se muere y con los años ven la evolución de ciertos personajes y te dicen no, tu hermano era un grosso. Era el desinfectante que ya no te lo venden más.
-En tu caso tenías una carrera promisoria para dejarla.
-Pero para mí la carrera no existe. Mi vida fue al revés, nací en una familia con mucha plata, con un yate, viajando por todo el mundo. Igual que Luca. Él llevó a un extremo la inversión del rol. En mi vida pasó lo mismo. Yo quiero desprenderme de las cosas, no quiero acumularlas. Luca es una persona muy interesante para observar que lo hizo, pero extremo. Pero el hermano menor tiene que aprender cosas del mayor. Las buenas y no caer en las trampas. Además vivimos en otra época, ya no está el LSD en la calle.
-Trabajaste con Luis Sepúlveda...
-Uy, qué experiencia. Ardua y no muy divertida. A Luis Sepúlveda en Italia lo tratan como el García Márquez de ahora. Y en Argentina no lo conoce nadie. Dicen que nació en un pueblo que produce mucha gente viva. Pero es horrible escupir en el plato como toda película tuvo cosas muy positivas, como conocer el norte de Argentina. Era una historia sobre desaparecidos. Yo hacía de un escritor chileno, pero me dijo que siguiera con mi acento. Estaban como apurados. Había un cubano y un siciliano Era rarísimo. Una experiencia extraña. Quizás Luis pueda ser un excelente escritor, pero se encontró con el mundo del cine, que es otra gramática.
-¿Qué te parece que la gente de Divididos haya decidido retirar su participación del documental "Luca"?
-Sé que los dos (Ricardo Mollo y Arnedo) decidieron no participar. Ellos vieron la película terminada. Y al parecer se emocionaron mucho. Pero luego se retiraron. Yo a Diego Arnedo volví a verlo de casualidad en el centro de Buenos Aires y me dijo: "Para mí Luca era una persona increíble y lo único que me interesaba a mí, era estar en su presencia. Escucharlo, estar con él. Desde que murió, el resto es franela. Respeto los recuerdos y la intimidad de esas cosas y ya fue".
-Es comprensible
-Pero Rodrigo Espina se volvió loco. Y creo que muchos fans de Sumo tampoco lo vieron con buenos ojos.
-De todas maneras hace que la película gire más en torno a Luca que a Sumo.
-Es lo que yo le decía a Rodrigo, y así fue. Los otros están, pero más marginales. Lo que sí surgió fue mi mamá. Ella, casi fuera de la película, sale más que Luca, pero mi mamá tiene esta cosa. Es una fuerza.
Esto se trata del líder de Sumo y su hermano. Un actor que compartió protagónicos con Ornella Muti y Harvey Keitel, pero que a Chile llegó a presentar “Together”, testimonio documental que explica por qué dejó todo por seguir la senda del pelado. Aquí, la historia cruzada de dos ítalo-escoceses que se desprendieron de sus riquezas para encontrar una ruta de vida y muerte.
Fue el hermano responsable. Si Luca era rebelde, Andrea, nueve años menor, hizo todo lo posible para no darles más dolores de cabeza a sus padres. Sin embargo, compartieron historias e influyeron en la vida del otro traspasando la barrera de la muerte. Una parte de esa historia cuenta "Together", una película de Jannik Splidsboel que ambiciona entender por qué dos hermanos de familias ricas del primer mundo viajan al tercero para encontrar su destino.
Pero antes hubo otro proyecto, "Luca" de Rodrigo Espina, película que nació tras la muerte del cantante de Sumo. Dos años después del deceso, con mixtura de olfato y comercio, mucha gente se acercó a su familia. Espina fue uno de los primeros, y al ser amigo del músico, el entorno lo miró con buenos ojos. 15 años demoró en terminar y tanto él como Andrea ven el retraso como parte de la voluntad de Luca. "El decía: ¿Así que quieres hacer una película de mí?, bueno, dale. ¿A ver cuánto te bancas?", dice Andrea, mientras agrega que su participación no fue fácil. "Hay un momento en la película en que Antonelo Ruffo (novio de mi hermana) le entrega un pasaje a Luca para irse de Italia a Argentina y dice: ‘Yo no lo hice de generosidad, lo hice porque me lo quería sacar de encima’. Bueno, lo mío no fue para sacármelo de encima pero algo de eso hay".
EN MI JARDÍN PRIMITIVO
Las historias de Luca y Andrea se cruzan hasta hoy. De pequeño el mayor no quiso saber de lujos e hipocresía y en Escocia se escapó del colegio. El menor en cambio, vio posibilidades de aprender en su estadía en Inglaterra. Y sin embargo, congeniaban. Luca le pasaba casetes de King Crimson a los 10 años de edad. También de Lucio Dalla.
Pero en 1977 la historia se invirtió. Fue Andrea quien había descubierto que en Inglaterra los punks tenían algo que decir. Luca no compraba. Aunque finalmente se interesó más en los mohicanos que Andrea.
Luego de cruzar fronteras europeas pipa en mano y eludir un par de veces el servicio militar, Luca parte a Argentina. Andrea y su hermana Michela lo visitaron en 1982. El menor vio que tenía una banda de rock, otro de los sueños compartidos, y alucinó. Sin embargo, Andrea ya se había ligado al teatro y pese a tener condiciones musicales (era solista del coro de Canterville de Inglaterra), no era su momento de dar el salto a las corcheas. Luca lo invitó a tocar el bajo en Sumo, pero cuando Andrea vio a Diego Arnedo, le dijo: "Para qué, si tienes a uno de los mejores del mundo".
Fue sólo con la muerte de Luca que Andrea decide dejar su veta actoral. Había compartido protagónicos con Ornella Muti y había estado bajo la tutela de los hermanos Bertolucci. Hizo 38 películas. Incluso fue dirigido por el escritor chileno Luis Sepúlveda en un viaje que no le agrada recordar. Pero nada de eso le importó. Dejó todo para seguir el lineamiento ya trazado por su hermano. Viajó a Argentina y los cruces siguieron. Protagoniza "El jardín primitivo", una cinta medio tarkovskiana que quería bucear en los misterios de un lugar del mundo. Pero ese lugar era justamente la Sierra de Córdoba (donde vivió Luca sus últimos años). Y la cinta trataba nada menos que de un periodista que, afectado sicológicamente por la guerra de Malvinas, debe viajar a ese lugar a constatar las apariciones de un fantasma, el de Luca Prodan.
Pero Andrea prefirió la música. Antes hizo un disco a capella, "Viva voce", pero cuando quiso grabar el segundo se dio cuenta de que no podía cantar. Su garganta estaba trabada por la tristeza, pero hoy está feliz con su banda Roma Pagana. "Es un homenaje a la Roma antigua, precristiana. Si tengo que elegir donde ir cuando llego a Roma voy al Coliseo a chupar energía. Ahí mataron a miles de cristianos y a animales, es un lugar nefasto, pero tiene una energía poderosa pagano-romana. Si voy al Vaticano, me quiero matar. Todos esos curas comiendo en los mejores restaurantes, cuchicheando. No me interesa ese oro. Es mucho más oscuro que el Coliseo".
Pero Andrea no vive en Roma, sino en la Sierra Cordobesa igual que Luca.
LOS QUE VAN A MORIR
-Con esta historia, podríamos pensar que vives con una sombra.
-Quizás un sicólogo se haría una fiesta. Pero hoy hablamos de una película de Luca, de los 20 años de su muerte. Puedo pasarla bien acá porque mi vida tiene muchas otras cosas que me llenan.
-Dices que pasaste de ser el hermano menor de Luca al hermano mayor.
-Tengo 47 años y Luca murió a los 34. En un punto miro su experiencia con cariño e interés. Pero la noche, chupar y los mitos del rocanrol francamente no es lo mío.
-¿Y no lo viviste?
-Sí, pero en mi época de juventud. Tengo una pasión muy fuerte con la música, pero nunca tuve ídolos. No confío mucho en el paquete que te venden. Con Luca comprendo que hay algunas personas que casi merecen el mito total. El tipo tiene muchas cosas a su favor y muchas debilidades.
-¿Y cuáles eran esas debilidades?
-La generosidad extrema, la lucidez, y ser demasiado frontal. Las cosas que no le parecían bien te las decía a la cara. Y esto, que para una carrera regular es un desastre, a él le parecía perfecto. Si te cortas, te pones un desinfectante. Luca era un desinfectante, de esos que duelen. Después te sanas y preguntas, cuál era ese desinfectante tan doloroso y te dicen se murió. No se consigue más. Es un poco así.
Decía cosas fuertes como que Charly es un concheto (cuico). Y para los argentinos era wow , luego se muere y con los años ven la evolución de ciertos personajes y te dicen no, tu hermano era un grosso. Era el desinfectante que ya no te lo venden más.
-En tu caso tenías una carrera promisoria para dejarla.
-Pero para mí la carrera no existe. Mi vida fue al revés, nací en una familia con mucha plata, con un yate, viajando por todo el mundo. Igual que Luca. Él llevó a un extremo la inversión del rol. En mi vida pasó lo mismo. Yo quiero desprenderme de las cosas, no quiero acumularlas. Luca es una persona muy interesante para observar que lo hizo, pero extremo. Pero el hermano menor tiene que aprender cosas del mayor. Las buenas y no caer en las trampas. Además vivimos en otra época, ya no está el LSD en la calle.
-Trabajaste con Luis Sepúlveda...
-Uy, qué experiencia. Ardua y no muy divertida. A Luis Sepúlveda en Italia lo tratan como el García Márquez de ahora. Y en Argentina no lo conoce nadie. Dicen que nació en un pueblo que produce mucha gente viva. Pero es horrible escupir en el plato como toda película tuvo cosas muy positivas, como conocer el norte de Argentina. Era una historia sobre desaparecidos. Yo hacía de un escritor chileno, pero me dijo que siguiera con mi acento. Estaban como apurados. Había un cubano y un siciliano Era rarísimo. Una experiencia extraña. Quizás Luis pueda ser un excelente escritor, pero se encontró con el mundo del cine, que es otra gramática.
-¿Qué te parece que la gente de Divididos haya decidido retirar su participación del documental "Luca"?
-Sé que los dos (Ricardo Mollo y Arnedo) decidieron no participar. Ellos vieron la película terminada. Y al parecer se emocionaron mucho. Pero luego se retiraron. Yo a Diego Arnedo volví a verlo de casualidad en el centro de Buenos Aires y me dijo: "Para mí Luca era una persona increíble y lo único que me interesaba a mí, era estar en su presencia. Escucharlo, estar con él. Desde que murió, el resto es franela. Respeto los recuerdos y la intimidad de esas cosas y ya fue".
-Es comprensible
-Pero Rodrigo Espina se volvió loco. Y creo que muchos fans de Sumo tampoco lo vieron con buenos ojos.
-De todas maneras hace que la película gire más en torno a Luca que a Sumo.
-Es lo que yo le decía a Rodrigo, y así fue. Los otros están, pero más marginales. Lo que sí surgió fue mi mamá. Ella, casi fuera de la película, sale más que Luca, pero mi mamá tiene esta cosa. Es una fuerza.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)