PEDRO SABORIDO, PRODUCTOR Y GUIONISTA DE ´PETER CAPUSOTTO Y SUS VIDEOS´: ´LA GENTE QUEDA HECHA MIERDA POR HACER TELEVISIÓN Y, LA VERDAD, NO VALE LA PENA ESTRESARSE EN UNA GUARDIA DE HOSPITAL´EL PRODUCTOR Y GUIONISTA DEL ÚNICO PROGRAMA DE CULTO ACTUAL DE LA TELEVISIÓN ARGENTINA, PROTAGONIZADO POR EL TAMBIÉN GUIONISTA DIEGO CAPUSOTTO, CUENTA CÓMO SERÁ LA NUEVA TEMPORADA QUE YA EMPEZÓ.
El año pasado, una serie de personajes televisivos, difundidos de boca en boca y masificados en internet, se convirtieron en los más lúcidos críticos de la llamada cultura del rock y, además, actualizaron en clave irónica el estatuto del siempre inasible universo referencial peronista. A los velozmente clásicos personajes como Pomelo, Luis Almirante Brown, Lalo Ranni, Pinky Lavié o Roberto Quenedi -que la dupla Pedro Saborido-Diego Capusotto concibió después del suceso que había sido Todo por dos pesos-, se agregarán varias nuevas creaciones. La cita es todos los lunes a las 23 en Canal 7. - ¿Cómo será esta temporada?- El primer programa fue todo nuevo. Después aparecerá lo, no sé como decirlo, conocido, clásico, Pomelo o Juan Carlos Pelotudo. Tenemos ganas de renovar un poco el stock, necesitamos que vayan surgiendo sorpresitas para evitar el embole de la rutina. Como somos un equipo chico, de diez personas, que laburamos afuera del Canal, notamos muy rápido cuando algo empieza a hacer rutina, entonces lo dejamos descansar un rato y lo agarramos después con más frescura. - ¿Cuál diría que es el principal capital del programa?- Estar en el Canal 7. Porque no hay presiones. Ni de rating ni de que aparezca otra figura del Canal para promocionarlo, ni de nada. Es un Canal que no te apura, entonces le vas encontrando la vuelta. En otros canales o la pegás de entrada o durás tres episodios. Un programa mide diez puntos y ya dan sensación de fracaso. En el 7 no existe esa presión. Nosotros más que atarnos a una fórmula nos atamos a una forma de hacer el programa que no nos desespere. Concentramos la energía no en levantar el rating sino en la calidad del producto. De hecho, nos pasó el año pasado que hubo tres o cuatro programas que se nos habían automatizado, estábamos funcionando en forma mecánica. Por eso ahora también armamos nuevos personajes. Queremos que el programa guste. Yo no lo haría sólo parar saciar mi necesidad de expresarme. - ¿Hubo posibilidad de ir a otro canal?- Esta vez teníamos una onda para ir al 13, pero sabíamos que se nos iba a complicar. Más exigencia en un montón de cosas, y no podíamos asegurar un año entero haciéndolo. Que esté en el 7 es parte del programa. Uno también decide hasta dónde corre la línea para vender más o no. Se sabe que en un programa, como en una revista, uno pone un buen ojete y sale. Pero determinada gente que venía siguiéndote te deja. Es un programa que no salió por encargo sino por un interés genuino de hacer algo nuevo. Todo va saliendo a medida que avanzamos y encontramos nuestros propios límites. Trabajamos con un solo actor, más allá de algún extra ocasional mínimo. Casi no salimos de una cuadra a la redonda para grabar. Y esa simpleza en la producción nos permite poner la energía más en los guiones, en las ideas, en las canciones, en la edición. En un canal más grande nos terminaríamos enfermando haciendo el programa. La gente queda hecha mierda por hacer televisión y, la verdad, no vale la pena estresarse en una guardia de hospital.- ¿Cómo es la dinámica de producción de los guiones con Capusotto?- Nos encontramos con Diego y charlamos. Partimos de nada, son pocas las cosas que uno trae de antemano. Las cosas salen charlando. Después yo escribo la idea para ver si resiste. A veces, pocas, salen racionalmente los personajes, de cosas que pensamos serían graciosas, o a veces de alguna boludez que es graciosa en Diego, un yeite de él. Lo mejor es cuando charlamos con Diego y uno hace reír al otro, nos entusiasmamos y vamos rumbo a la idea. Pero eso sucede más que nada al principio de los ciclos. Por esa razón nosotros tratamos de parar un mes en el medio, a mitad de año, que en un punto es lo antitelevisivo, pero eso nos permite evitar que caigamos en un automatismo del que resulta difícil salir. Paramos todo y nos concentramos sólo en que salgan ideas. Este año seguramente también lo vamos a hacer.- ¿Se pueden contar los sketches nuevos?- Hay un cantante satánico, hay una especie de Palito Ortega de izquierda de los setenta, hay una fan, hay un grupo pop que se pasaron con el Rivotril y gracias a eso triunfaron, quedaron tarados y funcionan mejor... Hay clases para pymes de rock, hay un “emo”, que es como un darky de fotolog, son odiados por los heavy metal, se peinan como los darkies de antes, medio languidos, bien de cibercultura. Es el personaje más actual que hacemos, en realidad alguien nos señaló qué era un emo, porque nuestro background cultural se termina más o menos en 1979. - ¿Los videoclips que pasan seguirán la misma línea de clásicos no main stream? - Sí, toda cosa vieja, porque lo nuevo ya se ve en todos lados. Las nuestras son cositas incluso olvidadas, tanta cosa nueva tapa muchas cosas buenas. Es como el Bafici, “vení a ver lo nuevo”, y qué sé yo si lo nuevo es bueno, también puede ser una mierda la novedad. Nosotros mostramos cosas de hace treinta años que están buenísimas, y también es nuevo para el pibe que lo escucha o lo ve por primera vez. Y vamos a seguir pasando sólo clips donde se vean los músicos tocando. Hay mucho material, todo de Marcelo Iconomidis, un amigote nuestro. Ahora vamos a poner una serie de bandas de rock de los setenta tocando en la mansión Playboy, con Hugh Hefner de smoking presentando a Deep Purple, por ejemplo. Es un formato clásico, un par de sketches cómicos y números musicales. - Pero los sketches no son sólo cómicos: dicen cosas, sobre el rock, sobre la política, sobre el peronismo. Por ejemplo, el Beto Cuantró.- Está bueno que la gente tenga una lectura propia. Muchas veces no son adrede, no planificamos dar tal mensaje, pero por ahí está porque está implícito en uno, no lo niego. Una vez alguien me dijo: “Che, este Beto Cuantró siempre canta sobre el mundo mejor que está por venir y siempre le pasa algo malo”, y por ahí sí, por ahí es así, un idealista, como fueron Dylan o en algún momento León Gieco, un tipo que canta que “algo mejor vendrá” y siempre se lo lleva puesto un tren. - ¿Se imagina la huella a futuro que está dejando el programa en el estilo humorístico? - No tenemos ese afán. Espero que me traten bien cuando no tenga trabajo, que todos los patrones que me vieron cuando hacía el programa me tiren algo. Pero sí, está bueno pensar eso, nos pasó con “Todo por dos pesos”: el programa salió del aire y seguimos haciéndolo como show en el teatro por cuatro años, con Néstor Montalbano (ndr: el director), Fabio Alberti y Diego. También ves algunas huellas cuando la publicidad toma cosas. Aunque eso no sé si es bueno.- Muestra que hay algo creativo. Pero ustedes parecen sustraerse de la banalización publicitaria.- La publicidad se apropia enseguida de lo que aparece. Hace poco había una oferta de un chicle para que Diego hiciera de Pomelo, con otro personaje, para una gran campaña nacional, qué sé yo, y está bien, podés hacer unos muy buenos mangos así, pero terminás haciendo una cagada y tirás a la mierda todo lo que venías construyendo deshaciendo un personaje en dos semanas, cuando tranquilamente uno puede seguir haciéndolo, trabajándolo, meses, años. Esa cosa de “uy, funciona, hagámoslo mierda ahora, saquemos toda la que podamos y salgamos corriendo” y después la nada. Esto lo aprendí del Negro Fontova: que la cosa vaya creciendo como tiene que crecer, no inflarla, que vaya tranquila. Entonces, eso de dejar huella tal vez sí. A veces digo: “¿Cómo nos verán?”. Deben decir: estos tipos siempre andan de costado, por ahí. Cuando hacen “Todo por dos pesos”, cuando hacen la obra de teatro, siempre terminan laburando en un costadito, nunca el centro del asunto, y siguen. Y sí. Spinetta no está en el centro del asunto, pero sigue. No está cagado en guita pero hace lo que quiere. Hay caminos laterales donde es posible trabajar. Ésa es la idea, estar por ahí.Por Agustín ValleFuente: Revista Debate
viernes, mayo 09, 2008
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1 comentario:
Una gran dupla creativa, un gran actor (Capusotto), formado a fuego en una gran escuela (Cha-cha-cha), con grandes influencias de afuera(¿Spinal Tap?¿Monty Python?¿The Rutles?¿Kids in the Hall?) para hacer algo grande de acá, una gran propuesta con grandes clips (¡¡Captain Beefheart,XTC,Joy Division,Frank Zappa y más rarezas en la televisión pública argentina!!), grandes ideas, grandes risas...así la televisión sí que es GRANDE!!
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