sábado, agosto 23, 2008

MÚSICA: LA PIRATERÍA OBLIGA A SALIR A TOCAR. FUERTE APUESTA DE TOCAR EN VIVO PARA PALIAR LA CRISIS ECONÓMICA DEL ROCK ARGENTINOEL IMPARABLE CRECIMIENTO DE LA VENTA ILEGAL DE TRABAJOS DISCOGRÁFICOS HACE QUE LAS BANDAS Y SOLISTAS PIENSEN MÁS EN REALIZAR SHOWS EN VIVO, COMO UNA FUERTE SALIDA ECONÓMICA ANTE LA CRISIS.
La realidad del mundo de la música es insoslayable: 1.200 millones de pesos se van como por un agujero negro y es la friolera que produce la venta ilegal de los trabajos discográficos de artistas y bandas consagradas. Andrés Calamaro, el Indio Solari, Los Piojos o Los Nocheros son sólo algunos a quienes afecta este fenómeno, agudizado en los últimos años y que les ha movido indefectiblemente el piso y losha obligado a pararse de otra manera en sus carreras profesionales. ¿Por qué? Buscar grabar un CD, desde la concepción, ya no tiene el objetivo de que se transforme en un boom de ventas, sino tan sólo una plataforma para alcanzar el fin que hoy parece más redituable: el de las presentaciones en vivo, la verdadera fuente de ingresos fuertes para ellos. Puede ser Capital Federal, el Gran Buenos Aires, pero también las ciudadesclave del interior, como Mendoza, Córdoba o Rosario, son bien tenidas en cuenta por los artistas para "subsistir" ante el avance, firme e indetenible, de la piratería. Para que quede claro: según CAPIF (Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas), el 60% del mercado musical ya es pirata, y en Internet ese porcentaje se eleva al 99,99%."Los shows en vivo van en aumento. Hay un cambio en los hábitos de consumo, incluso el público cambió. Ahora, a los recitales los pibes van desde más chicos, y acompañados de sus padres, que rondan los 40 y fueron rockeros de más jóvenes -analiza José Palazzo, productor de rock y factótum de los anuales Cosquín Rock-. En Córdoba tocan dos o tres bandas por fin de semana.Este año los 100 mil dólares, con una banda consagrada, sin incluir transporte, alojamiento y co¬mida. Después de la crisis de 2001, con el párate de visitas de artistas internacionales, las bandas locales comenzaron a migrar para el interior. En Tucumán, Los Piojos, la Bersuit o La Renga iban una vez cada dos años; en Córdoba, una vez como mucho. En los últimos años, la frecuencia es de tres a cuatro recitales por tempo¬rada." También es cierto que en las provincias, las recaudaciones son más bajas que en Capital, porque las entradas suelen costar menos. Otro circuito que es rentable es el de los boliches, que ofrecen entre 12 mil y 15 mil pesos a bandas que no tienen máxima con-vocatoria. "Catupecu Machu aceptó tocar en un after office, después de un recital masivo. Depende del boliche, lo económico y si la banda tiene ganas de tocar en un ámbito íntimo", afirma Martín Brizio, vocero en Córdoba de discográficas como Sony-BMG y Pop Art.En Mendoza, en tanto, para que una banda actúe, el productor debe desembolsar entre 20 mil pesos, para bandas en ascenso como Los Tipitos o Los Cafres, hasta 150 mil, para Los Piojos o La Renga, sin incluir comida, alojamiento y transporte. El problema de la provincia cuyana es que no cuenta con locaciones adecuadas para una convocatoria intermedia, lugares con capacidad para 3 mil o 4 mil personas. "De todas formas, es raro que un grupo lleve 20 mil personas, eso apenas lo logra Soda Stereo. Pero el artista sigue viajando y el productor invir-tiendo. Está costosa la publicidad en medios y los cachets han subido muchísimo", dice Roberto Di Gregorio, productor de espectáculos en Mendoza. Un colega suyo de la zona, Diego Villafañe, en cambio, afirma que "las bandas no me piden por favor que los lleve de gira porque no venden discos, sobre todo las grandes. Creo que la fuente de recaudación más importante sigue siendo Sadaic, donde se cobran los derechos de autor".En Rosario, aseguran que faltan cada vez más lugares para tocar, debido a la crecien¬te oferta de shows en los últimos años. "Con el auge de los grandes festivales, se abrió el juego en el consumo del rock. El negocio, sobre todo de las bandas medianas, hoy pasa por tocar en vivo", afirma Ariel Echecury, periodista de rock.Pero así como la piratería obligó a que los shows en vivo sean la tabla de salvación económica para los artistas, también es cierto que las compañías discográficas evalúan la relación comercial que entablan con ellos. A menores ingresos por ventas de discos, mayores ideas para obtener dividendos. A la hora de firmar contratos, ya sea con músicos y bandas consagradas o con potenciales figuras, es clave que se tengan en cuenta los distintos soportes que permitirían facturar, como ringtones, wallpapers, formatos digitales, y también arreglar un porcentaje de lo recaudado en los shows, una manera de tener bajo control los negocios paralelos.Además, es habitual ver cómo solistas y grupos desdoblan sus trabajos, integrando bandas paralelas, organizando tributos a otras, o hasta pasando música como un DJ profesional, sin contar a aquellos que durante la semana realizan actividades que nada tienen que ver con la música, y los fines de semana se suben a los escenarios.Salir a tocar, ésa es la cuestión. Hoy en día, para los artistas, hacer shows es más significativo económicamente que pensar en vender discos. La piratería obligó a cambiar el mapa de prioridades en la industria musicalPor Christian Mercado y Valeria CasellesFuente: PerfilMás información: www.perfil.com

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