viernes, julio 24, 2009

Time Machine (1960) Flat Screen TV appearance

Y, mas allá de esta 'revelación', esta sequencia cierra con un ataque desde el espacio por parte de un país super-poderoso que dómina a los otros 'desde arriba', con armas espaciales laser y atomicas.

"The Time Machine" Trailer

http://en.wikipedia.org/wiki/The_Time_Machine_(1960_film)

The Time Machine

"and then, suddenly, the lights went out..."
recuerda...
"and when the Sun burns out..."

The Time Machine (la maquina del tiempo) dir.George Pal

Siempre es el momento perfecto para volver a ver y a disfrutar de esta pelicula.
H.G.Wells era un vidente que se encargó de anunciar varias revelaciones.http://en.wikipedia.org/wiki/The_Time_Machine_(1960_film)...
El dominio del espacio de parte de un solo pais, para aterorizar al resto del mundo desde sus cañones laser espaciales es solo UNA de las joyas de sus predicciones...
si todavía no vieron a este film, disfruten!

Tom Lupo habla de los sueños bélicó+espaciales

Que es dejen de joder, y que inviertan esta plata en sanar NUESTRO planeta, dar comida y esperanza a nuestros habitantes ... sueños concretos!

LA EPOPEYA ESPACIAL EN LA MIRADA CÁUSTICA DEL ESCRITOR ESTADOUNIDENSE TOM WOLFEUN SALTO A NINGUNA PARTE.

Fue un pequeño paso para Neil Armstrong, un salto gigantesco para la humanidad y un rodillazo en la ingle para la NASA. El programa espacial estadounidense, el esfuerzo más grande — ¿puedo agregar "digno de un dios"? – en la historia del mundo, murió a las 22:56, hora de Nueva York, el 20 de julio de 1969, cuando el pie del Comandante Armstrong, de la Apolo 11, tocó la superficie lunar.Como más de un joven de la época sentí fascinación por los astronautas. Si alguien me hubiera dicho en julio de 1969 que el ruido del pasito de Neil Armstrong sumado al paso enorme de la humanidad eran solo el ruido de los sepultureros arrastrando los pies junto a la tumba, habría desviado los ojos y sacudido la cabeza. ¡Bueno, mandar el hombre a la Luna fue apenas el preludio! La Luna no era más que un satélite de la Tierra. La gran aventura sería la exploración de los planetas... Hacía tiempo que la NASA tenía todo preparado para enviar hombres a Marte empezando por vuelos cercanos al planeta en 1975. Wernher von Braun, el científico de los cohetes alemanes que se pasó a nuestro bando en 1945, había diseñado un proyecto piloteado a Marte desde el momento en que llegó. En 1952 publicó su Proyecto Marte en una serie de artículos para la revista Collier. Causó sensación. Teniendo en cuenta el triunfo del Proyecto Apolo, Marte vendría a continuación. Lo único que la NASA y von Braun necesitaban eran las bendiciones del presidente y la gran aventura sería realidad. Sin embargo, tres meses después del alunizaje, en octubre de 1969, empecé a dudar... Yo estaba en Cabo Kennedy, el centro de lanzamiento del programa espacial, en un autobús visitando la NASA. El maestro de ceremonias del autobús era un hombre alto y apuesto de casi 40 años... y un tronco para contarles a los turistas del tour lo que estaban viendo. Tan malo era que al final de la visita lo abordé. Desde luego, no había venido a la Tierra para ese trabajo. Era un ingeniero que hasta hacía muy poco tiempo había sido experto en protección térmica en la NASA. Se había iniciado una ola de despidos y su puesto fue eliminado. Era tan grave la situación que se sentía afortunado de haber encontrado esa changa. Neil Armstrong y sus dos compañeros de tripulación, Buzz Aldrin y Mike Collins seguían de gira triunfal por el mundo... mientras que ahí, el equipo irreemplazable de la NASA de científicos espaciales estaba disolviéndose.¿Cómo podía pasar algo así? A la distancia, la respuesta es obvia. La NASA había desestimado reclutar filósofos. A partir de que los soviéticos lanzaron la Sputnik I en órbita alrededor de la Tierra en 1957, todos, desde el Presidente Eisenhower, Kennedy y Johnson para abajo vieron la así llamada carrera espacial como una sola cosa: una justa militar. Al principio hubo temores de que los soviéticos tomaran "territorio estratégico" del espacio. Ya estaban ahí —¡encima de nosotros! Podían lanzar rayos cuándo y dónde quisieran. ¡Boom! Ahí va Bangor... ¡Boom! Ahí va Boston... Nueva York... Baltimore... Denver... San José — ¡todas voladas! – como si nada.Los físicos se apresuraron a señalar que nadie elegiría el espacio como lugar desde el cual atacar la Tierra. La nave espacial, el misil, la Tierra misma, además de la rotación de ésta, viajan a velocidades violentamente distintas en planos geométricos violentamente distintos. Entrarían en el famoso "problema de tres cuerpos" etc. Además los cohetes que habían puesto en órbita las naves tripuladas de cinco toneladas de los soviéticos eran dignos de tener en cuenta. Tenían potencia como para llegar a cualquier lugar de la Tierra con ojivas nucleares.Pero no fue eso lo que pensó el Presidente Kennedy cuando convocó al administrador de la NASA, James Webb, y a su adjunto, Hugh Dryden, en abril de 1961. El presidente estaba deprimidísimo. No paraba de decir: "Si alguien pudiera decirme cómo alcanzarlos. Busquemos a alguien – a quien sea... No hay nada más importante". Alcanzarlos era su obsesión. Nunca mencionó los cohetes.Dryden dijo que, francamente, no había forma de alcanzar a los soviéticos en cuanto a vuelos orbitales. Mejor sería anunciar un programa de choque de la magnitud del Proyecto Manhattan, que había producido la bomba atómica. Solo que el objetivo esta vez sería mandar un hombre a la Luna en los siguientes 10 años. Apenas un mes después Kennedy pronunció su famoso discurso ante el Congreso: "Este país debe comprometerse a alcanzar el objetivo, antes del fin de esta década, poner al hombre en la Luna y traerlo otra vez a la Tierra". De manera intuitiva, Kennedy había elegido otra forma de justa militar, extrañamente arcaica. Se llamaba "combate individual". El combate individual más famoso fue el de David contra Goliat. Antes de que los ejércitos enemigos chocaran en combate, cada bando enviaba a su "campeón" y los dos luchaban a muerte, en general con espadas. El ganador le cortaba la cabeza al perdedor y la blandía por los pelos. Dos milenios después, el clima mental de la carrera espacial era ese. Los detalles del combate individual diferían. Cosmonautas y astronautas no se decapitaban entre sí. Lo que hacían los bravos campeones de cada lado era arriesgar sus vidas en cohetes, mientras sus compañeros en tierra tiraban de la espoleta y los disparaban al espacio.Los soviéticos enseguida sacaron ventaja. Fueron los primeros en poner un objeto en órbita alrededor de la Tierra (Sputnik), un animal en órbita (una perra), un hombre en órbita (Yuri Gagarin). Cuando la NASA terminó de poner a dos astronautas en vuelos suborbitales de 15 minutos a las Bahamas — ¡las Bahamas, 15 minutos!–, los soviéticos pusieron un segundo cosmonauta en órbita. Permaneció allí 25 horas y dio vuelta al globo 17 veces. ¡OK, los dioses habían mostrado su favoritismo!A esa altura, el clima mental de la carrera espacial con cohetes de los '60 y el combate con espadas se parecían tanto que cabía preguntar: ¿la bestia humana cambia o sólo sus artefactos? Cada vez que uno agarraba el diario leía titulares con la frase BRECHA ESPACIAL... Los soviéticos habían producido una generación de genios científicos – mientras nosotros dormíamos, gordos y satisfechos. Los educadores empezaron a tirar al diablo programas escolares en cuanto Sputnik subió, introdujeron la Nueva Matemática e hicieron énfasis en la Teoría de la Autoestima.Por fin en febrero de 1962 la NASA consiguió poner un hombre en la órbita terrestre, John Glenn. Es necesario haber vivido en esa época para comprender la reacción del país. Estuvo arriba solo cinco horas, en comparación con las 25 de Titov pero era nuestro... ¡protector! Contra todo lo esperado, había arriesgado su pellejo por... ¡nosotros! John Glenn nos curó.Antes de su desfile por Broadway nunca se habían oído tantos vítores. Policías irlandeses grandotes, clásicos de Nueva York, salieron a las esquinas lagrimeando. Después empezó la serie de vuelos de Gemini con dos hombres. Con Gemini, nos atrevimos a preguntarnos si no estaríamos acercándonos quizás a los soviéticos en ese combate individual. Pero contuvimos la respiración, temerosos de que el anónimo Jefe de Diseño soviético pudiera vencernos de nuevo con alguna hazaña inimaginable. Por supuesto, la CIA difundió informes de que los soviéticos estaban al borde de un viaje a la Luna.La NASA ingresó en el mayor programa de choque de todos los tiempos: Apolo. Lanzó cincomisiones lunares en un año, de diciembre de 1968 a noviembre de 1969. Con Apolo 11 por fin ganamos la carrera, pusimos un hombre en la Luna antes del fin de esa década y lo trajimos de vuelta.Todos, incluido el Congreso, fueron presa de la fiebre de adrenalina. Pero resulta que a la mañana siguiente los congresistas empezaron a preguntarse algo que no surgía desde el discurso de Kennedy. ¿En qué consistía esa cuestión del combate individual? Ellos no usaron esa expresión). Había sido una batalla por el espíritu interior y la imagen externa. De acuerdo, ganamos pero no tenía ninguna relevancia militar táctica. Y había costado una fortuna, cerca de US$ 150.000 millones. ¿Y eso de mandar el hombre a Marte y toda la música? Más de lo mismo, pensándolo bien. Qué visionario... pero, ¿por qué no hacemos como Scarlett O'Hara y lo pensamos mañana? El presupuesto anual de la NASA cayó de US$ 5.000 millones a US$ 3.000 millones en los '70. Y en ese momento, tan luego, la falta de un equipo de filósofos en la NASA pasó a ser un verdadero problema. Sucede que la NASA tenía un solo filósofo, von Braun. Hacia el final de su vida, él sabía que se moría de cáncer y se volvió muy contemplativo. Yo lo oí en una cena en su honor en San Francisco. Planteó qué cosa era en verdad el programa espacial.Dijo algo así: Aquí en la Tierra vivimos en órbita alrededor del Sol, una estrella ardiente que algún día se quemará, con lo cual nuestro sistema solar se volverá inhabitable. Por lo tanto, debemos construir un puente a las estrellas porque somos las únicas criaturas sensibles del universo. ¿Cuándo empezamos a construir ese puente de estrellas? En cuanto podamos y este es el momento. Por desgracia, la NASA no podía presentar como vocero y gran filósofo a un ex alto miembro de la Wehrmacht nazi. Por consiguiente, el programa espacial lleva 40 años matando el tiempo con una serie de proyectos orbitales... Skylab, la misión conjunta Apolo-Soyuz, la Estación Espacial Internacional y el trasbordador espacial. Estos programas requirieron un nivel de ingeniería comparable a los programas tripulados que los precedieron. Pero su objetivo ha sido principalmente mantener encendidas las luces en el Centro Espacial Kennedy y el Centro Espacial Johnson de Houston. En rigor, el programa del trasbordador estaba pensado para atraer al público con viajes para turistas pero terminó en el desastre del Challenger.¡Cuarenta años! Todos en la NASA saben desde hace 40 años que el siguiente paso lógico es una misión tripulada a Marte y cada propuesta ha sido bien recibida solo brevemente por los presidentes. Tienen tantos proyectos espectaculares que podrían usar mejor los casi US$ 10.000 millones anuales que requeriría el programa Marte. Hay incluso otra propuesta en este momento y no tiene ninguna chance frente a Depresión II. ¿Porqué no mandan robots?: es la cantilena habitual. Y una vez más es el difunto von Braun quien da la respuesta. Una de las cosas que más le gustaba decir es que no hay ningún explorador informático en el mundo con más de una diminuta fracción del poder que tiene la computadora análoga química conocida como cerebro humano. El 20 de julio de 1969 fue el momento en que la NASA necesitó, más que ninguna otra cosa en el mundo, la Palabra. Pero era algo para lo que los ingenieros no tenían especificaciones. En este momento es la única solución para recuperar el verdadero destino de la NASA, que es, claro, construir ese puente a las estrellas.
Por Tom Wolfe

FAVALORO

UN JUEZ LIBERÓ LA NOTA QUE DEJÓ EL DR. RENÉ FAVALORO ANTES DE SUICIDARSEES IMPRESCINDIBLE DIVULGAR SU CONTENIDO. NOSOTROS SOMOS SUS DESTINATARIOS.
(Del Dr.. René Favaloro/ julio 29-2000 - 14,30 horas)Si se lee mi carta de renuncia a la Cleveland Clinic, está claro que mi regreso a la Argentina (después de haber alcanzado un lugar destacado en la cirugía cardiovascular) se debió a mi eterno compromiso con mi patria. Nunca perdí mis raíces.. Volví para trabajar en docencia, investigación y asistencia médica. La primera etapa en el Sanatorio Guemes, demostró que inmediatamente organizamos la residencia en cardiología y cirugía cardiovascular, además de cursos de post grado a todos los niveles. Le dimos importancia también a la investigación clínica en donde participaron la mayoría de los miembros de nuestro grupo. En lo asistencial exigimos de entrada un número de camas para los indigentes. Así, cientos de pacientes fueron operados sin cargo alguno. La mayoría de nuestros pacientes provenían de las obras sociales. El sanatorio tenía contrato con las más importantes de aquel entonces. La relación con el sanatorio fue muy clara: los honorarios, provinieran de donde provinieran, eran de nosotros; la internación, del sanatorio (sin duda la mayor tajada). Nosotros con los honorarios pagamos las residencias y las secretarias y nuestras entradas se distribuían entre los médicos proporcionalmente. Nunca permití que se tocara un solo peso de los que no nos correspondía. A pesar de que los directores aseguraban que no había retornos, yo conocía que sí los había. De vez en cuando, a pedido de su director, saludaba a los sindicalistas de turno, que agradecían nuestro trabajo. Este era nuestro único contacto. A mediados de la década del 70, comenzamos a organizar la Fundación. Primero con la ayuda de la Sedra, creamos el departamento de investigación básica que tanta satisfacción nos ha dado y luego la construcción del Instituto de Cardiología y cirugía cardiovascular. Cuando entró en funciones, redacté los 10 mandamientos que debían sostenerse a rajatabla, basados en el lineamiento ético que siempre me ha acompañado. La calidad de nuestro trabajo, basado en la tecnología incorporada más la tarea de los profesionales seleccionados hizo que no nos faltara trabajo, pero debimos luchar continuamente con la corrupción imperante en la medicina (parte de la tremenda corrupción que ha contaminado a nuestro país en todos los niveles sin límites de ninguna naturaleza).. Nos hemos negado sistemáticamente a quebrar los lineamientos éticos, como consecuencia, jamás dimos un solo peso de retorno. Así, obras sociales de envergadura no mandaron ni mandan sus pacientes al Instituto. ¡Lo que tendría que narrar de las innumerables entrevistas con los sindicalistas de turno! Manga de corruptos que viven a costa de los obreros y coimean fundamentalmente con el dinero de las obras sociales que corresponde a la atención médica. Lo mismo ocurre con el PAMI. Esto lo pueden certificar los médicos de mi país que para sobrevivir deben aceptar participar del sistema implementado a lo largo y ancho de todo el país. Valga un solo ejemplo: el PAMI tiene una vieja deuda con nosotros, (creo desde el año 94 o 95) de 1.900.000 pesos; la hubiéramos cobrado en 48 horas si hubiéramos aceptado los retornos que se nos pedían (como es lógico no a mí directamente). Si hubiéramos aceptado las condiciones imperantes por la corrupción del sistema (que se ha ido incrementando en estos últimos años) deberíamos tener 100 camas más. No daríamos abasto para atender toda la demanda. El que quiera negar que todo esto es cierto que acepte que rija en la Argentina, el principio fundamental de la libre elección del médico, que terminaría con los acomodados de turno. Los mismo ocurre con los pacientes privados (incluyendo los de la medicina prepaga) el médico que envía a estos pacientes por el famoso ana-ana , sabe, espera, recibir una jugosa participación del cirujano. Hace muchísimos años debo escuchar aquello de que Favaloro no opera más! ¿De dónde proviene este infundio?. Muy simple: el pacientes es estudiado. Conclusión, su cardiólogo le dice que debe ser operado. El paciente acepta y expresa sus deseos de que yo lo opere. 'Pero cómo, usted no sabe que Favaloro no opera hace tiempo?'. 'Yo le voy a recomendar un cirujano de real valor, no se preocupe'. El cirujano 'de real valor' además de su capacidad profesional retornará al cardiólogo mandante un 50% de los honorarios! Varios de esos pacientes han venido a mi consulta no obstante las 'indicaciones' de su cardiólogo. '¿Doctor, usted sigue operando?' y una vez más debo explicar que sí, que lo sigo haciendo con el mismo entusiasmo y responsabilidad de siempre. Muchos de estos cardiólogos, son de prestigio nacional e internacional. Concurren a los Congresos del American College o de la American Heart y entonces sí, allí me brindan toda clase de felicitaciones y abrazos cada vez que debo exponer alguna 'lecture' de significación. Así ocurrió cuando la de Paul D. White lecture en Dallas, decenas de cardiólogos argentinos me abrazaron, algunos con lágrimas en los ojos. Pero aquí, vuelven a insertarse en el 'sistema' y el dinero es lo que más les interesa. La corrupción ha alcanzado niveles que nunca pensé presenciar. Instituciones de prestigio como el Instituto Cardiovascular Buenos Aires, con excelentes profesionales médicos, envían empleados bien entrenados que visitan a los médicos cardiólogos en sus consultorios. Allí les explican en detalles los mecanismos del retorno y los porcentajes que recibirán no solamente por la cirugía, los métodos de diagnóstico no invasivo (Holter eco, camara y etc., etc.) los cateterismos, las angioplastias, etc. etc., están incluidos. No es la única institución. Médicos de la Fundación me han mostrado las hojas que les dejan con todo muy bien explicado. Llegado el caso, una vez el paciente operado, el mismo personal entrenado, visitará nuevamente al cardiólogo, explicará en detalle 'la operación económica' y entregará el sobre correspondiente!. La situación actual de la Fundación es desesperante, millones de pesos a cobrar de tarea realizada, incluyendo pacientes de alto riesgo que no podemos rechazar. Es fácil decir 'no hay camas disponibles'. Nuestro juramento médico lo impide. Estos pacientes demandan un alto costo raramente reconocido por las obras sociales. A ello se agregan deudas por todos lados, las que corresponden a la construcción y equipamiento del ICYCC, los proveedores, la DGI, los bancos, los médicos con atrasos de varios meses.. Todos nuestros proyectos tambalean y cada vez más todo se complica. En Estados Unidos, las grandes institu ciones médicas, pueden realizar su tarea asistencial, la docencia y la investigación por las donaciones que reciben. Las cinco facultades médicas más trascendentes reciben más de 100 millones de dólares cada una! Aquí, ni soñando. Realicé gestiones en el BID que nos ayudó en la etapa inicial y luego publicitó en varias de sus publicaciones a nuestro instituto como uno de sus logros!. Envié cuatro cartas a Enrique Iglesias , solicitando ayuda (¡tiran tanto dinero por la borda en esta Latinoamérica!) todavía estoy esperando alguna respuesta. Maneja miles de millones de dólares, pero para una institución que ha entrenado centenares de médicos desparramados por nuestro país y toda Latinoamérica, no hay respuesta. ¿Cómo se mide el valor social de nuestra tarea docente? Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta tiene su precio. A la corta o a la larga te lo hacen pagar. La mayoría del tiempo me siento solo. En aquella carta de renuncia a la C. Clinic , le decía al Dr. Effen que sabía de antemano que iba a tener que luchar y le recordaba que Don Quijote era español! Sin duda la lucha ha sido muy desigual. El proyecto de la Fundación tambalea y empieza a resquebrajarse. Hemos tenido varias reuniones, mis colaboradores más cercanos, algunos de ellos compañeros de lucha desde nuestro recordado Colegio Nacional de La Plata, me aconsejan que para salvar a la Fundación debemos incorporarnos al 'sistema'. Sí al retorno, sí al ana-ana. 'Pondremos gente a organizar todo'. Hay 'especialistas' que saben como hacerlo. 'Debés dar un paso al costado. Aclararemos que vos no sabés nada, que no estás enterado'. 'Debés comprenderlo si querés salvar a la Fundación' ¡Quién va a creer que yo no estoy enterado! En este momento y a esta edad terminar con los principios éticos que recibí de mis padres, mis maestros y profesores me resulta extremadamente difícil. No puedo cambiar, prefiero desaparecer. Joaquín V. González, escribió la lección de optimismo que se nos entregaba al recibirnos: 'a mí no me ha derrotado nadie'. Yo no puedo decir lo mismo. A mí me ha derrotado esta sociedad corrupta que todo lo controla. Estoy cansado de recibir homenajes y elogios al nivel internacional. Hace pocos días fui incluido en el grupo selecto de las leyendas del milenio en cirugía cardiovascular. El año pasado debí participar en varios países desde Suecia a la India escuchando siempre lo mismo. '¡La leyenda, la leyenda!' Quizá el pecado capital que he cometido, aquí en mi país, fue expresar siempre en voz alta mis sentimientos, mis críticas, insisto, en esta sociedad del privilegio, donde unos pocos gozan hasta el hartazgo, mientras la mayoría vive en la miseria y la desesperación. Todo esto no se perdona, por el contrario se castiga. Me consuela el haber atendido a mis pacientes sin distinción de ninguna naturaleza. Mis colaboradores saben de mi inclinación por los pobres, que viene de mis lejanos años en Jacinto Arauz. Estoy cansado de luchar y luchar, galopando contra el viento como decía Don Ata. No puedo cambiar. No ha sido una decisión fácil pero sí meditada. No se hable de debilidad o valentía. El cirujano vive con la muerte, es su compañera inseparable, con ella me voy de la mano. Sólo espero no se haga de este acto una comedia. Al periodismo le pido que tenga un poco de piedad. Estoy tranquilo.. Alguna vez en un acto académico en USA se me presentó como a un hombre bueno que sigue siendo un médico rural. Perdónenme, pero creo, es cierto. Espero que me recuerden así. En estos días he mandado cartas desesperadas a entidades nacionales, provinciales, empresarios, sin recibir respuesta. En la Fundación ha comenzado a actuar un comité de crisis con asesoramiento externo. Ayer empezaron a producirse las primeras cesantías. Algunos, pocos, han sido colaboradores fieles y dedicados. El lunes no podría dar la cara. A mi familia en particular a mis queridos sobrinos, a mis colaboradores, a mis amigos, recuerden que llegué a los 77 años. No aflojen, tienen la obligación de seguir luchando por lo menos hasta alcanzar la misma edad, que no es poco. Una vez más reitero la obligación de cremarme inmediatamente sin perder tiempo y tirar mis cenizas en los montes cercanos a Jacinto Arauz, allá en La Pampa.Queda terminantemente prohibido realizar ceremonias religiosas o civiles. Un abrazo a todos, René Favaloro

jueves, julio 23, 2009

HQ I'm So Ronery by Kim Jong - Team America

DOS de las mejores obras de cine Norte Americanas de la ultima epoca...
TEAM AMERICA y
SPINAL TAP (This is...)

Spinal Tap - 11

El Barrio de Once sabe porqué!

miércoles, julio 22, 2009

Charly Bald, desde siempre la sala de ensayo de ROMAPAGANA

Torcer el cuello para esta...



y para el rincón del ROJO, tambien...